La ruta, con un recorrido de 7 kilómetros, acercó a los pequeños excursionistas a los Acantilados de Maro
Organizado por las clases de 5º y 6º de Primaria del C.E.I.P. Antonio Checa de Torre del Mar en colaboración con el Club de Montaña y Senderismo ‘Grupo del 17’, 50 pequeños montañeros pudieron disfrutar ayer de un día de convivencia y contacto con la naturaleza en los Acantilados de Maro. El objetivo de esta campaña, auspiciada por el club veleño entre los escolares del municipio, es dar a conocer y respetar el medio natural que nos rodea, abriendo sus ojos a los numerosos parajes montañosos de nuestra comarca, a la vez tan cercanos y sin embargo tan desconocidos y que gracias al senderismo tienen la oportunidad de descubrir como si de un tesoro escondido se tratara.
Una jornada de senderismo en la que alumnos y profesores pudieron disfrutar del Paraje Natural de los Acantilados de Maro. Una sucesión de escabrosos acantilados y barrancos intercalados de playas y pequeñas calas, salpicados de viejas torres vigías que todavía mantienen el romanticimo de antaño.
Así, los alumnos, de quinto y sexto de educación primaria, han podido descubrir los secretos de este singular y conocido paraje malagueño. Sus increíbles leyendas e historias de piratas, sus rincones más recónditos, las calas, las huertas, las acequias ya perdidas, las cuevas de pastores entre las rocas y, como no, su flora y fauna, con la presencia de la cabra montés por estos parajes.
El inicio de la ruta se sitúo en la Playa del Cañuelo, de fácil acceso y con un intenso viento que hizo esforzarse desde muy temprano a estos jóvenes excursionistas, si bien el día amaneció despejado y pudieron disfrutar al máximo de la vistas y el entorno, en cuya orilla se apreciaban los restos del fuerte vendaval que hemos sufrido en estos últimos días. De aquí, al Peñón del Fraile, con sus restos de antiguas construcciones, seguramente de vigilancia, antes de desayunar en la contigua Punta Caleta, con su torre vigía del mismo nombre. Una vez repuestos de tantas emociones, los pequeños montañeros pudieron admirar la impresionante pared rocosa de los Tajos del Calderero que se alzan verticalmente hasta los 239 metros, conformando la parte más agreste de Cerro Caleta. Desde aquí hasta la conocida Playa de Cantarriján, por cuyo barranco se asciende buscando el último sendero que entre un frondoso pinar llega a la tan merecida meta.
Tras esta primera jornada de aproximación del Grupo del 17 en este año a los distintos colectivos existentes en nuestra comarca, el club veleño ya prepara una nueva Ruta Solidaria, la que llevará a cabo el próximo 21 de abril en colaboración con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de la Axarquía (AFADAX).
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